¿El resultado? Unas galletas cremosas, densas y suaves por dentro (no son galletas crujientes, son un más bien blanditas). Están increíbles, y son tan fáciles de hacer que deberían estar prohibidas... jejeje Vamos a ver cómo se hacen:
Ingredientes:
- 115 gr de queso tipo Philadelphia
- 115 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 160 gr de azúcar
- 150 gr de harina tamizada
- 10 galletas Oreo
- Una pizca de sal
Batimos la mantequilla a temperatura ambiente y el queso en crema con unas varillas eléctricas hasta que estén bien integrados.
A continuación añadimos el azúcar y la sal, y cuándo esté bien mezclado incorporamos la harina tamizada en dos veces (batiendo lo mínimo indispensable)
Ya sólo queda incluir las galletas Oreo troceadas con las manos y guardar la masa en la nevera unos 45 minutos.
Cuando la masa se haya enfriado, precalentamos el horno a 180 grados (calor arriba y abajo). Colocamos una hoja de papel vegetal en la placa de horno y distribuimos bolitas de masa, a mi me gusta utilizar una cuchara de helado como medida para que todas me salgan iguales. Aplastamos un poco las bolitas con la mano y las horneamos durante 10 -12 minutos.
Cuando pase ese tiempo, al no cambiar mucho de color y quedarse blanditas parecerá que las galletas no están hechas, pero sí que lo están (no las dejéis más tiempo). Al enfriarse cogen un poco más de cuerpo y quedan deliciosas por dentro. ¡Ya me contaréis! Espero que os gusten mucho.
Un besazo :-)
